Cuba, lo mejor su gente. Tras aterrizar en la Habana, comenzaremos nuestra aventura relajadamente para adentrarnos en un país que no se viene a entender sino a disfrutarlo. Un paseo por el Malecón en descapotable de época, disfrutar de un daiquiri o mojito mientras los peques corren por las tranquilas plazas de la Habana vieja. Sus hermosos y coloniales edificios contrastan con un entorno deteriorado y repleto de vida. Empieza una aventura, que no dejará de sorprenderte en cada esquina.
Desde la Habana hacia el interior. Ahora toca adentrarse en la campiña cubana. Uno de los paisajes más hermosos de la isla. Sus campos de tabaco, mogotes y las diferentes tonalidades de verdes inundarán nuestra pupila. Aquí disfrutaremos de una rica gastronomía y unas excursiones donde los más peques van a disfrutar de lo lindo. Después pondremos rumbo hacia Playa Norte en la misma bahía de Cochinos, terminando nuestro día nadando en una cueva repleta de peces.
Las ciudades más coloniales. Desde Cienfuegos, hasta la colonial Trinidad, nos esperan cascadas alucinantes, atardeceres en las playas de Sur y una visita al increíble valle del Ingenio, donde la industria azucarera tuvo su mejor época. Pasearemos por las calles empedradas de esta vibrante «ciudad museo», con música por todos sus rincones. Camino a nuestro penúltimo destino, conoceremos la ciudad mausoleo del Che, Santa Clara, para terminar descansando los últimos días de nuestro periplo, en la hermosa playa del cayo de Varadero.