Alajuela será nuestro punto de encuentro con este increíble país recorriendo su casco viejo. Que dará paso a nuestro primer baño de naturaleza, en la Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde, que protege algunos de los últimos bosques nublados vírgenes de las Américas y es el hogar de quetzales, jaguares, tapires, coatíes y monos entre otros. Será difícil elegir que hacer entre tantas actividades, canopy, tirolina, santuarios… La Fortuna es la puerta de entrada al Volcán Arenal, y merece una excursión para explorar sus senderos o darse un baño en las relajantes fuentes termales.
De la Selva al Caribe, nuestro viaje hacia la costa inicia en Tortuguero, donde las tortugas verdes, carey y laúd regresan a sus playas natales para anidar, una experiencia inolvidable. Descenderemos por el litoral donde su distintivo sabor afrocaribeño se descubre en su cocina, su jerga y su ambiente idílico en Cahuita. En esta costa viven multitud de perezosos, cocodrilo, caimanes, ranas dardo, manatíes, y un sinfín de aves tropicales.
Comunidades Indígenas. Esta zona alberga varias comunidades indígenas que pueden ser visitadas. Donde tendremos ocasión de conocer como las mujeres artesanas elaboran tejados de paja, cocina o cestería. O bien ver el proceso de producción del chocolate y hasta participar en él. Como no, un paseo en bici hasta la cercana localidad de Manzanillo, será una aventura para los más peques. Podremos practicar snorkel en los arrecifes de coral de la virgen Cahuita o Punta Uva. De ahí volveremos a San José para despedirnos de este maravilloso país.